lunes, enero 25, 2010

Lugares con encanto: Ayamonte

Desde hace unos cuatro años, Ayamonte es de esos lugares que tengo guardado en el corazón.
Es un pueblo que se encuentra en la provincia de Huelva cerca de Isla Cristina. Tiene la característica de que es el último pueblo de España occidentalmente, por lo que el puente que cruza el río Guadiana, separa Ayamonte con la primera población de Portugal que es Villa Real de San Antonio.
Un pueblo marinero, aunque sus playas se encuentran varios kilómetros separados de su casco histórico. Isla Canela y Punta del Moral acogen a miles de turistas, sobre todo en verano, y con sus playas de arena fina y sus dunas, consiguen transmitir una paz a todo aquel que por su orilla pasea.
De Ayamonte quiero quedarme con varios rincones en los que siempre que paseo por sus calles, me gusta rememorar.
El primero, es el paseo que se encuentra situado enfrente de la dársena del puerto muy cerca de la Avenida de Andalucía. Por allí pasan todas los desfiles que ocurren a lo largo del año. El carnaval, del que es muy participativo el pueblo y la Semana Santa, ya que es allí por donde transita su carrera oficial.
Además durante todo el verano suelen poner tenderetes con artesanía y al lado del casino existe un local que vende prensa y la coloca muy ordenada en el suelo, por lo que es muy cómodo ver todas las portadas y siempre es un lugar que suelo visitar cada vez que me encuentro en ese bello lugar.
El segundo rincón, está situado muy cerca del paseo. Es la plaza de la Laguna, donde está el Ayuntamiento, con sus asientos de cerámica dibujada y la plaza de la iglesia de la patrona de Ayamonte, la Virgen de las Angustias. Tiene una entrada principal con una gran cuesta escalonada pero por la entrada lateral, existe una rampa más cómoda por la que poder entrar y se puede disfrutar de su gran patrimonio. Por ejemplo, además de la talla anónima del siglo XVI de la Virgen de las Angustias que se encuentra en el altar mayor, podemos admirar otros pasos que procesionan en Semana Santa como "La Mulita", el Santo Entierro o el Resucitado entre otros.Por último, lo primero que divisamos cuando dejamos la autovía, tomamos la desviación para Ayamonte y subimos la cuesta, es una rotonda que nos muestra desde arriba el pueblo blanco, una rosaleda en sus aceras, en las que muchos meses del año están preciosas en flor y el parador, donde se ven las puestas de sol más bonitas y sobre todo la última de la tarde andaluza. Pero del parador, otro lugar con encanto por sí mismo, ya hablaré otro día.

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