"Yo soy español, español...".

"Minuto 116. Segunda parte de la prórroga. Fernando Torres tira un pase a Iniesta. Cesc Fábregas lo recibe y ve a Andrés Iniesta en la banda, le lanza y éste protege el balón y le lanza un derechazo cruzado que salva el cuerpo del portero holándes Stekelenburg y marca gol".
De esta manera, la selección nacional de fútbol, el 11 del julio de 2010, entró en el olimpo de los dioses. Y España vibró al unísono viendo como el héroe Iniesta se quitaba la camiseta y con un "Dani Jarque siempre con nosotros", rendía homenaje al futbolista que moría el año pasado de muerte súbita.
Un minuto para recordar siempre. En 80 años, solamente siete países habían conseguido ser campeones del mundo. España se une así a Uruguay, Italia, Alemania, Brasil, Inglaterra, Argentina y Francia. Este mundial será recordado por las predicciones mejilloneras del pulpo Paul, de las ruidosas vuvuzelas, de la periodista de telecinco y su portero enamorado y de nuestra reina Doña Sofía que defendió al equipo vistiendo también de rojo como la mayoría de los aficionados españoles para animar a un equipo fuertemente unido, una piña que se traslada al terreno de juego y que aunque a veces pecaban de unos regates eternos que no terminaban en tiros a puerta, sí que cuando tiraban, los disparos con el esférico eran efectivos, haciendo que poco a poco llegaramos a la final.
Cinco goles de Dani Villa, un gol de cabeza de Carlos Puyol y el definitivo de Andrés Iniesta bastaron para que el capitán de la selección, Iker Casillas, pudiera besar y levantar entre sus manos la ansiada copa del mundo. Ya en el recuerdo, no quiero dejar pasar la anécdota de que en el mes de mayo el cantante David Bisbal, besó el trofeo en un acto de presentación en Méjico. Después de la preceptiva regañina por que solo la puede besar por primera vez el capitán de la selección ganador, puede que ese beso anunciara lo que el destino nos depararía unos meses después.
Minutos después de la terminación del partido, ya se oían los coches pitando, las vuvuzelas resonando y la gente salió en masa a celebrarlo en la calle hasta altas horas de la madrugada. ¿Adónde vamos? Como en la Eurocopa 2008: a las Tendillas. Y allí que me emcaminé con grupos de jóvenes, familias que coreaban el famoso ya "Yo soy español español..." o "Que viva España". Se toreaban a los coches que agotaban los sonidos de sus claxon, se besaban las banderas y en algunas esquinas se situaban padres con niños que ante la precaución de llevarlos al jolgorio del centro, cantaban "Campeones, campeones" a las personas que pasaban por su calle. Los aficionados se repartieron por la ciudad y entre la Avd. Barcelona, el Vial Norte (¡qué gran acierto del Hotel Córdoba Center, tener la fachada iluminada con los colores de la bandera de España durante todo el mundial!) y la ya nombrada plaza de las Tendillas, en la que todo aquel que acudía lo hacía con buen rollo provocando con ello que no hubiera incidentes esa noche tan mágica.
Al llegar, ya había gente subida a la estatua del Gran Capitán y lo habían adornado con la bufanda de España y una bandera. Había pulpos Paul, copas de plástico, gente encendiendo bengalas y cohetes, bandas de música que tocaban lo mismo un villancico "Olé, olé Holanda, olé, Holanda ya se fué..." que el consabido "Soy cordobés"; también se coreaban los nombres de los jugadores que consiguieron que nos sintiéramos por una noche los reyes del mundo y orgullosos de ser españoles. Un recuerdo especial a Pepe Reina, uno de los porteros de la selección, hijo del portero cordobés Miguel Reina y que nos regaló la bella estampa en la que se fotografió con la copa con todo el grupo y portaba en su cuello la bufanda del Córdoba Club de Fútbol.
Una noche para recordar siempre. Nosotros aquí en Córdoba, España, nos sentimos protagonistas de un sueño, animando, alentando a los jugadores, gritando a veces a los televisores cuando alguna jugada no era de nuestro agrado, reunidos con amigos y familiares en las casas, en los bares, alrederor de cenas improvisadas... Allí, en Sudáfrica, los héroes que realizaron el sueño. Trabajadores incansables, compañeros y amigos... Ellos son, con Vicente del Bosque a la cabeza: Iker Casillas, Pepe Reina, Víctor Valdés,Raúl Albiol, Álvaro Arbeloa, Joan Capdevila, Carlos Marchena, Gerard Piqué, Carles Puyol, Sergio Ramos, Xabi Alonso, Sergio Busquets, Cesc Fàbregas, Andrés Iniesta, Javi Martínez , Xavi, David Silva, Jesús Navas, Juan Mata, Pedro, Fernando Llorente, Fernando Torres y David Villa.

"Perdona pero quiero casarme contigo"

Acabo de terminar de leer el último éxito de Federico Moccia "Perdona pero quiero casarme contigo" y no quería dejar de contar lo que me ha parecido esta obra. Es la continuación de "Perdona si te llamo amor" y como vi la película de la primera parte en el mes de mayo, del que hablo en el blog y me gustó mucho la adaptación hecha por el mismo escritor y director, me animó a comprar la segunda parte para ver como continúa la historia de amor entre la adolescente Niki y Álex su novio al que le lleva 20 años. Os cuento primero de qué trata la historia.
Alex y Niki, más enamoradísimos que nunca, hace nada que volvieron de la Isla Azul donde vivieron días inolvidables.
Niki se reencuentra con sus amigas del alma, crecidas y llenas de nuevos quehaceres. Pero pronto las Olas tendrán que afrontar grandes cambios que pondrán a prueba su amistad.
Alex vuelve a la vida de siempre, oficina, futbito y los viejos amigos. Pero ellos, Flavio, Enrico y Pietro, como maridos serenos y seguros, afrontan tales dificultades de pareja que terminan por destruir sus matrimonios.
Y entonces, todas estas personas, hombres y mujeres de diferentes edades, cada uno a su modo, se encuentran reflexionando sobre el amor.
¿Pero el amor existe? ¿Es verdadera la crisis del 7º año? ¿Tiene razón quién dice que un amor no dura más de 3 años? Y luego esa pregunta, la más difícil:
¿Un amor puede durar para siempre? Alex, romántico, soñador, decide arriesgarse. Le da una bonita sorpresa a Niki proponiéndole matrimonio. Porque amar quiere decir tener el coraje de soñar, buscar nuestra felicidad y una vez encontrada, no soltarla jamás.
Pero para la boda se necesita estar de acuerdo en la elección de la iglesia, de los bancos, del numero de los invitados... y tal vez las dos familias piensan de manera completamente diferente.
Pero sobretodo: ¿Estará lista Niki para dar un paso tan importante?
Por si no bastase, llevan a la oficina de Alex una espléndida modelo que trabajará con él en su nueva campaña publicitaria y se enamorará de él.
Niki, por otro lado, se encuentra estudiando en la universidad con un chico de su edad, con la misma pasión por el surf y, sobretodo, con una pasión todavía más grande por ella.
Para soñar con el amor se necesita ser dos y ninguno de los dos debe tener miedo.
Bueno, después de este completo resumen no sé si animaros a que lo leáis. Si os gustó mucho la primera parte, gustará por que continúan todos los personajes pero no se consigue crear la atmósfera de la primera historia. Tiene una extensión de 700 páginas con lo que a veces te pierdes en tanta historia cruzada, por que en esta continuación, Moccia se para mucho en las historias de los amigos de Álex, sus problemas amorosos. Si a eso le sumamos las aventuras acaecidas a las Olas (las amigas de ella), consigue que la historia principal pierda intensidad y no ahonda mucho en ellos. Yo por menos hubiera querido más diálogos sobre los protagonistas. Por otro lado, es un poco irregular por que puedes pasar veinte o treinta capítulos (la mayoría muy cortos, de dos páginas de extensión, que le dan rapidez) tratando de personajes diferentes y de golpe aparecen Álex y Niki y les sigues la pista siete u ocho pasajes seguidos volviéndolos a perder otra vez. Casi me tengo que apuntar los nombres de los personajes por la gran cantidad que aparecen.Las evoluciones de los personajes me gustan e incluso las resoluciones del final pero se hace muy larga la obra.
Hay una característica que no recuerdo mucho de la anterior y que creo que también ha abusado el autor: el uso indiscriminado de citas literarias y cinematográficas a lo largo de la historia sobre todo en el personaje de Guido, la tentación que cierne sobre Niki. Dentro de unos años puede recordarse el año de publicación del libro por las alusiones sobre canciones italianas y extranjeras que se leen cuando van a fiestas u oyen música pero te saturas un poco.
Si tuviera que quedarme con algún capítulo me gusta la historia de Enrico y Anna (de los amigos de Álex), la de Diletta y Filippo (de las amigas de Niki) y de ellos aunque la declaración de amor y cuando se conocen los consuegros está bien, me quedo con la instantánea (si realizara una foto) en la que Álex y Niki cenan en un restaurante en el capítulo 26 y ella le regala una cinta de espías "La espía que me amó" para que sepa que lo ha descubierto que la siguió por la mañana y hablan sobre ellos. Una semblanza sencilla entre tanto mamotreto.
Os dejo con el tráiler de este libro. Está dirigido por Federico Moccia tambíen y respeta el elenco de "Perdona si te llamo amor". Se estrenó el 12 de febrero de 2010 en Ilalia y espero que dentro de poco en España.

http://www.youtube.com/watch?v=J5xzhYSNAFo